-Tía blasina, te dejé ahí sentada hace dos horas y todavía andas igual, ¿qué haces?
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-Ponle el ventilador al ordenador, que se te va a recalentar.
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-¡Tita, sal de tus montañitas de papeles y deja de comer bollos!
-Espera, hija, que termine esta cuenta... ¡Ya! Según mis cálculos, pagar la ansiedad que causa la crisis comiendo bollería o pan con manteca puede llegar a costarnos un 20% más que en la actualidad, por eso lo hago ahora. No me mires con esa cara, Martina, el pájaro de mal agüero que es Trichet dice que se van a encarecer los alimentos, una web de economía nos anima con que los cereales acabarán por subir un 15% y un tal Cramer de Wall Street pronostica que es posible que suba el precio del petróleo. Si sumas la harina del bollo a la que se come el bicho del que van a sacar la manteca y añades la electricidad que se gasta en los procesos de producción, el transporte de las mercancías, las ganancias de intermediarios, en fin, todo eso, pues tú me dirás, mejor va a ser desfogar la ansiedad saltando a la comba o ...
-Me lo imagino, tita, pero como están las cosas, a más de uno y una hasta de eso se le van a quitar las ganas.
-Pues no deberían, que eso es todavía gratis. Aunque al precio que están los condones...
-Pero algo más habrás hecho en este tiempo.
-Claro, Martina, he estado con las previsiones de mi casa para este año. La luz sube un 9'8, el alquiler me va a subir un 3, el autobús a la playa un 1'7, al agua le toca en junio, después de las municipales, la bombona vuelve a subir otra vez, sí, sí, no les bastó con las cuatro veces del año pasado, ahora un 3'3, que si siguen así la van a convertir en bombona de helio, y a todo esto no olvides que el IVA subió en julio. Añado los cálculos oficiales y reales del IPC y los cumpleaños de los electrodomésticos por aquello de la obsolescencia programada, y así consigo, más o menos, saber cuanto me voy a tener que apretar el sostén este año.
-¿Y tu pensión?
-No sé, hija, ha trepado encima del aparador muerta de pánico y no quiere bajar.
-¿Intenciones suicidas?
-Me temo que sí, Martina.
¡Ay Tia Blasina! como esto siga así se va a tener que apretar usted algo más que el sostén. Creo que hemos entrado en la "era del cangrejo", de modo y manera que damos un pasito adelante -mi vida- y dos pasitos para atrás. Y aún hay más, esperese usted que llegue el decretazo de fin de mes, ahí va a ser donde tendrá que salir el muchacho de la película para salvar a los buenos, de lo contrario me veo corriendo detrás de las cabras, que es lo más parecido a un mamut de hoy día.
ResponderEliminar¡Cuídese!