martes, 9 de abril de 2013

Con cariño a José Luis Sampedro

 
   -¿Un cafelito, tita?
   -Sí, hija, y otro paquetito de pañuelitos de papel, por favor.
   -Venga, tita, ya estaba muy mayor..., algún día se tenía que ir...
   -Y yo.
   -No pienses ahora en eso, acuérdate sobre todo de lo que decía al final, aquello de que se habla mucho del derecho a la vida y se nos olvida el deber de vivirla. Y acuérdate de su risa, de su sentido del humor... Anda, venga, tita, vamos a ver otra vez la entrevista.
   -Sí, hija, sí. ¿Sabes, Martina? Hombres como este ya no se fabrican, creo que la gente se tendría que esmerar más cuando echa los polvos. Dale al ordenador, que mientras me voy a liar un quitapenas.
   -Tita...
   -Ssss... tú a lo tuyo, venga, dale, que la vida son dos días y nos dormimos mucho. Martina, hija, pica aquí, que si no, no sale.

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