miércoles, 3 de octubre de 2012

La España dictatorial de 2012

     Breves apuntes para la Historia de España:
     El 20N de 2011 se celebraron en España unas elecciones democráticas en las que salió por mayoría el Partido Popular (PP): muchos ciudadanos creyeron en sus promesas electorales, otros andaban muy rebotados del partido gobernante anterior (PSOE) y otros, estos una minoría, se frotaban las manos porque conocían algo más que el resto de ciudadanos.
     En el discurso de investidura (19-12-2011), el flamante presidente, Mariano Rajoy, casi al final, a modo de coletilla, dijo algo así como que a España no la reconocería ni su madre a final de 2012. En el texto escrito, esto no está. En efecto, a final de 2012, o casi, a este país no lo reconocemos, salvo los que tenemos ya una cierta edad y con la viva sensación de llevar meses viajando en una maquiavélica máquina del tiempo a velocidad increible: 80, 70, 60, 50...:
     Los derechos laborales se han visto mermados fuertemente por decretos que inciden directamente en el menoscabo o abolición de derechos laborales de los trabajadores (y los funcionarios también son trabajadores) e indirectamente amparan las actitudes fascistas de empresarios, jefes, directivos,...: ni te menees que hay cola esperando tu puesto de trabajo: ¡Qué se jodan!, dijo una señorita públicamente.
     Se reducen los presupuestos destinados a servicios públicos esenciales para la población, como Sanidad, Educación, etc...: ¿prevenir para qué, buena salud y longevidad para qué?, ¿una ciudadanía instruida y capacitada para que tengan claros sus derechos y necesidades y los exigan, ¡anda ya!?, ¿las personas que no pueden valerse?: que las cuiden las mujeres que para eso están, ¿los emigrantes?: aquí sobran los negros, moros y sudacas, que se mueran o vuelvan por donde han venido, ¿qué no te llega el paro, qué te has quedado sin él, qué no llegas a fin de mes?, pues ahorra, que es lo que tienes que hacer...¿Conocen ustedes estos discursos? Yo sí, pero no de ahora, sino de cuando era pequeñita: ha pasado medio siglo.
     Progresiva, sutil y descarada vuelta a las primitivas leyes de orden público: "La calle es mía", profirió Fraga hace décadas: hoy, aquí y ahora, leña a los manifestantes, identificación de titulares de cuentas corrientes que avalaron una iniciativa ciudadana (25S), incriminación legal como golpistas a gente que sólo decía lo que pensaba, solicitud de números de identificación a los grandes de la informática a ver quien dice su palabra por internet,...
      Y los señoritos y señoritas de siempre, vivan donde vivan, pero así les llamo porque soy andaluza, con su pelo engominado, sus chaquetas y corbatas, pendientes de perlas blancas en las orejas ellas, con los bolsillos llenos a reventar, y más y más insaciables, a través de los bancos, grandes empresas y multinacionales, cargos políticos, económicos,... los mismos nombres que llevan presente en la historia de la economía española desde principios del siglo XX: ¿qué no puede pagar su hipoteca?, no haber comprado un piso, vivió usted por encima de sus posibilidades, ¿qué tiene que vivir en algún sitio? y a mí que me cuenta, ¿un préstamo? apáñatelas... Pero dame hasta tu último IRPF, hasta tu último IVA, que necesito tapar los agujeros de mi cloaca. Recuerda que soy católico apostólico romano, ¿o no te has dado cuenta que hasta el momento ni un obispo o cardenal ha dicho ni mu de la pobreza en que se va sumiendo nuestra España?: voto de pobreza, voto de obediencia. Voto de castidad: desgraciada que te quedas preñá, te jodes, y si no estás contenta, te metes una rama de ruda (porque eres una puta, porque esto es lo que te manda Dios), y tú bonita, toma un fajo y a Londres, que tienes gripe y en un par de semanas no te van a ver (y a ver si te andas con cuidado que Pocholín no te va querer como esposa).
     Y así, un día tras otro, a base de la inmovilidad que producen el miedo, la sorpresa y el asombro, la impotencia y la tristeza, nace, se alimenta, crece y se reproduce la dictadura fascista en España, año 2012. 
      Y aún recuerdo lo que me contaba F., una señora analfabeta de 75 años, hablando de los años 40:

"Cuando yo era chica, un día mi padre fue a por leña a casa de un tío mío, pero no se crea que leña de cortar árboles, leña de la que se recogía por el suelo, que él nos la daba para que tuviéramos con que calentarnos. Yo era chiquitilla y me gustaba acompañarlo. Cuando volvíamos un guardia civil lo paró y le preguntó de dónde había sacado la leña, mi padre se lo explicó. Los papeles, le dijo el civil, y mi padre se puso a rebuscarse un papel muy dobladito que siempre llevaba, pero no lo encontró, y el guardia civil le dijo sígame, y yo trotando detrás de mi padre, asustaíta perdida. Nos hizo cruzar el pueblo de punta a punta, por la calle principal, toda la gente mirándonos, y cuando llegamos al cuartelillo le dijo a mi padre, pon ahí la leña y vete. Se quedó con nuestra leña. Cuando pienso en lo que está pasando, me acuerdo de esto que te he contado. Es lo mismo."

        Lo que me dejo en el tintero, por favor, dilo tú en los comentarios, yo estoy hasta el gorro.

1 comentario:

  1. sumemos al mafioso de las leyes son para violarlas como las mujeres se les ve mucho el plumero

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