lunes, 25 de agosto de 2014

Porno duro a las 2 p.m.

   -¡Pero tita, ¿qué haces?, sácate la mano de ahí!
  -¡Ay, Martina, es que la tele me está poniendo de un subido...!
   -Son las dos de la tarde, tía Blasina, ¡qué van a poner!
   -Siéntate y mira, hija, ya verás...
  -¡Madre mía, eso no es una alemanita, es una alemana completa!
   -Pues espérate, que si él disfruta, verás tú ella...
   -¡Joder, qué arte con el látigo, tita!, ¡y le está clavando el tacón en la tonsura!
  -Estate atenta, que lo mismo hace lo de antes... y en ese paisaje tan verde y tan frondoso...
   -¿El qué?
   -Lo lleva paseando de la correa, le tira un recorte y él sale disparado a cogerlo, pero así, a cuatro patas y jadeando.
   -¡Es verdad, tita! ¡Anda!, ¿qué es?
   -Creo que el tuyo, Martina, y el de tu trabajo, ¿no lleva una tiza colgando de la lengua?
  -Pero hay algo más..., parece... Le... Dependenc... San...dad...
   -¡Y ahora le arroja otro! ¿Priva...za...ones?
  -¿Sabes, tita?, llevas razón, esto pone muy pero que muy caliente, deberíamos salir al fresco de la calle lo antes posible a ver si terminamos con esto. Por cierto, ¿qué hacías con la mano bajo el faldón?
   -Buscar la chapita de Escuela Pública, que se me ha escurrido y quiero colocarla en su sitio... ¡Ah, aquí está! ¡Ya!
   -¿En el rodete?
   -Claro, hija, bien alta, que se vea.