lunes, 28 de octubre de 2013

¡Tenemos que pecar más!

Caída del Hombre, pecado original y expulsión del Paraíso     Miguel Ángel
   -"El amor a la vida"... ¿Desde cuando lees libros de autoayuda, tía Blasina?
   -¡A ver si nos fijamos en el autor, Martina! 
   -Erich Fromm. Mis disculpas, tita, ¿de qué va?, el último que leí de él era una recopilación de textos, "Del tener al ser" y estaba muy bien, menos espeso que algunas de sus otras obras.
  -Esta también es una recopilación, pero de conferencias radiofónicas, escucha:
         "En la moral autoritaria existe propiamente un solo pecado: el de la desobediencia. Y hay una sola virtud: la obediencia. Claro que esto no se da literalmente así -salvo, quizás, en círculos reaccionarios-, pero en el fondo la educación y los sistemas de valores parten siempre de la convicción de que la desobediencia es el pecado original".
   -Pequemos, tita, desobediencia civil.
   -Amén, así sea. Prosigo:
       "Cuantas más sean las cosas a las que deba renunciar el hombre, tanto más se lo debe adiestrar en la obediencia para que no se rebele contra la exigencia de renuncia. Se le impone la renuncia como una necesidad a la que es sensato acceder, pues así lo quiere Dios, o el Estado, o la Ley, o cualquier otra entidad abstracta".
   -¿Renunciar a la Escuela Pública, a la Sanidad Pública, a los Servicios Públicos, a las Pensiones, a...? Nunca jamás, pequemos, tita.
   -Amén, así sea, ¡y quítate de una vez la camiseta de la Marea y lávala, hija, que para guarros ya tenemos al gobierno y a los banqueros!