domingo, 23 de enero de 2011

Por qué tía Blasina no hace sudokus

   -¿Para eso querías que te subiera un periódico que tuviera sudokus, tía Blasina? Me metes prisa, que te lo traiga antes de ir al supermercado, que el médico te lo ha recomendado para la memoria ¡y te encuentro haciendo barquitos de papel!
   -No te enfades, Martina, he empezado el sudoku, pero me aburría y me he puesto a ojear el periódico.
   -¿Y?
   -Pues que viene un artículo sobre el Alzheimer, lo que sufren quienes lo padecen y sus seres queridos, y he empezado a deprimirme; además, si personas con unas cabezas tan bien amuebladas como Suárez o Maragall, una Rita Hayworth que se tenía que aprender sus papeles de memoria o nuestra primera académica, Carmen Conde, años y años enlazando palabras con maestría, lo pillaron, tú me dirás para que voy a perder el tiempo haciendo sudokus.
   -Y lo pierdes haciendo barquitos...
   -¡Oh, no, es muy rápido! Mira, ya tengo hecho tres: el de en medio de la mesa está en aguas internacionales, el que está cerca del libro, en aguas territoriales, y el que he colocado encima lo he hecho con las páginas de Andalucía y está en los astilleros, reparándose.
   -¿Y ahora cuál te toca? Porque con ese no veo que te des mucha maña...
   -Sí, éste me está costando... Es el que estoy haciendo con las páginas de Sociedad, y la verdad, hija, de pequeñita no me enseñaron a hacer yates.
   -Ya... ¿Y qué piensas hacer cuando llegues a las de Necrológicas? ¿Incinerar el periódico?
   -No, Martina, no, la barca de Caronte.
   -¡Me voy al supermercado, tita, porque cuando te pones imposible...! Por cierto, ¿en qué me aconsejas que vaya, en barquita de remos o en piragua?
   -En barco de vapor, hija, ¡qué vas echando humo!

domingo, 16 de enero de 2011

Las dos horas de Tía Blasina

   -Tía blasina, te dejé ahí sentada hace dos horas y todavía andas igual, ¿qué haces?
   -...................
   -Ponle el ventilador al ordenador, que se te va a recalentar.
   -...................
   -¡Tita, sal de tus montañitas de papeles y deja de comer bollos!
   -Espera, hija, que termine esta cuenta... ¡Ya! Según mis cálculos, pagar la ansiedad que causa la crisis comiendo bollería o pan con manteca puede llegar a costarnos un 20% más que en la actualidad, por eso lo hago ahora. No me mires con esa cara, Martina, el pájaro de mal agüero que es Trichet dice que se van a encarecer los alimentos, una web de economía nos anima con que los cereales acabarán por subir un 15% y un tal Cramer de Wall Street pronostica que es posible que suba el precio del petróleo. Si sumas la harina del bollo a la que se come el bicho del que van a sacar la manteca y añades la electricidad que se gasta en los procesos de producción, el transporte de las mercancías, las ganancias de intermediarios, en fin, todo eso, pues tú me dirás, mejor va a ser desfogar la ansiedad saltando a la comba o ...
   -Me lo imagino, tita, pero como están las cosas, a más de uno y una hasta de eso se le van a quitar las ganas.
   -Pues no deberían, que eso es todavía gratis. Aunque al precio que están los condones...
   -Pero algo más habrás hecho en este tiempo.
   -Claro, Martina, he estado con las previsiones de mi casa para este año. La luz sube un 9'8, el alquiler me va a subir un 3, el autobús a la playa un 1'7, al agua le toca en junio, después de las municipales, la bombona vuelve a subir otra vez, sí, sí, no les bastó con las cuatro veces del año pasado, ahora un 3'3, que si siguen así la van a convertir en bombona de helio, y a todo esto no olvides que el IVA subió en julio. Añado los cálculos oficiales y reales del IPC y los cumpleaños de los electrodomésticos por aquello de la obsolescencia programada, y así consigo, más o menos, saber cuanto me voy a tener que apretar el sostén este año.
   -¿Y tu pensión?
   -No sé, hija, ha trepado encima del aparador muerta de pánico y no quiere bajar.
   -¿Intenciones suicidas?
   -Me temo que sí, Martina.

martes, 11 de enero de 2011

René encandila a Tía Blasina

   -¡Oh, René Lavand, qué hombre, qué elegancia, qué mano! ¿Te has fijado en sus ojos? Son seductores a más no poder, con esa mirada profunda...
   -Ja,ja, tía Blasina, que hemos asistido a un espectáculo de magia, no a un espectáculo de boys. Cualquiera que te oiga...
   -Pues publicidad callejera, ea.
   -Sí, pero ten cuidado con el paraguas que has estado a punto de saltarle un ojo a ese muchacho.
   -¡Cómo maneja las cartas, Martina! Más parece que las acaricia, o las seduce, o las engatusa... Aparecen, desaparecen... ¡Es increíble!
   -Genial, absolutamente genial. Y la limpieza y claridad con la que trabaja...
   -Y cómo embelesa al público con su voz, esos poemas, esas narraciones...
   -La verdad, tita, es que su espectáculo es una mezcla encantadora de magia y literatura. Es como un encantador de serpientes.
   -Cultiva nuestro asombro.
   -Al menos para quienes somos capaces de sacar a pasear a nuestro niño interior.
   -Hija, ¡qué solemne te pones!
   -Ja,ja. No, tita, es que es así. Conozco personas a quienes les enervan los juegos de magia porque no los pueden averiguar, ni controlar.
   -No follan en condiciones.
   -¡Tía Blasina!
   -Qué quieres que te diga, Martina, si uno no disfruta jugando, ¿cómo va a disfrutar con otros menesteres?
   -Estábamos hablando de lo magnífico que es como mago René Lavand...
   -Y esa coletilla que usa: No se puede hacer más lento... ¡Ay, qué pena que esté casado!
   -¡¡Tita, sal de tu encantamiento, que perdemos el autobús!!

jueves, 6 de enero de 2011

La mirada del lector

   -Martina, ¿tú fumas? Aquí nunca te he visto.
   -No, tita, ¿por qué?
   -Porque un comentarista del blog te recomienda que dejes de fumar.
   -¡A ver si va a ser por ti?
   -Sabes, Martina, que yo no fumo tabaco.
   -¿Entonces?
   -Quién sabe... quizá sea de esos lectores que confunden a los autores con sus personajes.
   -Es probable, tía Blasina, porque en ninguna entrada fumamos ni tú ni yo.
   -¿Y si es un espía de la ministra de sanidad? ¿Y si están tramando prohibir fumar en los blogs?
   -¿Y si sólo es que nos leen aunque se líen?
   -¡Martina, hay que celebrar que nos leen, encendamos unos habanos!
   -Tita,¿pretendes que baje al estanco con lo que está lloviendo?
   -No, hija, abre el cajón de mi mesilla, ahí tengo tabaco. No pongas esa cara de sorpresa, a algún que otro amante le gusta echarse un pito a los postres.
   -¡Diosanto! Negro, rubio, habanos, tabaco de liar... ¡Qué variedad, tita! ¿Ellos también son tan variados?
   -¡Cuidado, Martina, no vaya a confundirse otro lector y piense que la autora se pasa los días alegrándose los bajos!
   -¡Pásame lumbre, tita, que le vamos a dar gusto al comentarista!
   -¡Y a la ministra!

paratiablasinaymm@gmail.com